La institucionalidad religiosa y
el terror.
Cuando dios deja de ser una
sustancia unitiva que todo lo religa amorosamente y se organiza en un cuerpo
que remata en la visibilidad indiscutible de una cabeza que ordena y regula lo
que ahora pasa a definirse como un caos místico (la vinculación cara a cara con todos
los órdenes de lo real), estamos ante el terror de la institución. La amalgama
amorosa, homogénea e indiscernible se transforma en una organización perfecta
donde todo queda delimitado de manera divina e intocable. El terror religioso
deviene de esa cesión de lo divino, que en todos y en todo late, en la cabeza
rectora del mediador sagrado. La violencia está incoada en esa
institucionalidad racional, piramidal, autoritaria, discriminante, vertical.
Etiquetas: caos amoroso, institucionalidad, terror religioso, verticalismo
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