Reggaeton y bibliotecas. Hacia una moral del burdel.
La espiritualidad de receta
abreva en las nubes que rodean al planeta Tierra. ¿Será porque se parece a las
predicciones meteorológicas, de extraordinario seguimiento, que sus exhortaciones
son devoradas como el pan caliente de las mañanas llenas de hambre?
Yo pienso en una espiritualidad de galaxias, esto es, una
espiritualidad sin medida, ilimitada. Sin quitarle un ápice de inmanencia histórico-geográfica,
pienso una espiritualidad que incursiona por los infiernos y los cielos en
idénticas proporciones. A las morales
beatíficas se me ocurre oponerles una moral
de burdel, ruidosa, escandalosa, glamorosa. Mucha música, quizás reggaetón (digo
por su sensualidad desmedida), mucho champagne, mucho whisky y mucha algarabía.
Caras de personas que ríen de la muerte y que apuestan a un mundo donde los
administradores del dolor sean exiliados para siempre a las aburridas y
silenciosas bibliotecas del Cielo.
Etiquetas: espiritualidad de receta, moral de burdel, morales beatíficas.
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