Antropología de la corporeidad: el animal que calza (18)
Antropología de la corporeidad: el animal que calza.
La subalternidad del pie tiene que ver con la <ontología de la fantasmalidad>. El fantasma secundariza el pie. Sus extremidades inferiores son borrosas o inexistentes. Porque el pie retoma mitologías paganas y demoníacas. Pezuñas, patas de cabra, extrañas hibridaciones de humano y animal dan cuenta de la poderosa connivencia entre el pie y una antropología erótica. La borradura del pie o su demonización denuncian la referencia del pie a la desnudez total.
El nudismo es una práctica restricta. Pequeños grupos lo practican en ciertas condiciones de privacidad. Esto no revela nada más que prejuicios sociales que conforman, sin embargo, el erotismo y el deseo. La persistente presencia de la desnudez total de los cuerpos conmina a pensar nuevos territorios y mecanismos erógenos. Los pechos sueltos de las mujeres en las tribus no generan en los varones un estado permanente de excitación sexual. La construcción del deseo y la sexualidad resulta indiscutible.
Inducidos al amor romántico por la fuerza de un imperativo social que exilia la desnudez, el pie es el símbolo que remite a esa exposición añorada. La recuperación del pie es una protesta contra el puritanismo. La tecnología del calzado, las joyas que adornan los tobillos y los dedos, los tatuajes que siembran belleza en el empeine, son todas manifestaciones de la rebeldía erótica. Un pie desnudo preanuncia la totalidad del cuerpo desnudo. Pequeña desnudez, desnudez tentadora, desnudez hechizante.
Etiquetas: antropología del pie, antropología erótica, demonización del pie., desnudez, erotismo del pie, zonas erógenas
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