Antropología de la corporeidad: el animal que calza (24)
Una de las expresiones del anarquismo fue (y sigue siendo)
el nudismo. No sólo pensado como expresión de lo natural (cosa absolutamente
discutible historicidad de lo humano) sino, fundamentalmente, como desafío y
éxodo frente a la moral pacata que se deducía del período victoriano-patriarcal.
Distintas razones, que erradico totalmente de lo moral, sino que lo ubico en el
espacio de la estética, del confort y de la frivolidad (no peyorativa), hacen que la vestimenta sea un
complemento sensual, de la sensualidad desnuda. Una gasa que cubre la zona
púdica o los pechos enhiestos de una muchacha, tal vez ensancha el universo
erótico de la corporeidad. Solo resiste el pie….El pie desnudo, desnuda al más
vestido. Desde el pie se adivinan cada una de las zonas erógenas. Desde esos
quiebres óseos que se presienten detrás de la piel, de esos acomodos musculares,
de esa dinámica fisiológica, de esa piel que moja, que suda, que exhala vida, se hace visible toda la desnudez. Permanece ácrata, libertaria, la desnudez del pie. Permanece
siendo, permanece en la metamorfosis, aludiendo a un sexo no reproductivo ni
heterosexual. Simplemente siendo un sexo erótico, emancipado de la mera genitalidad.
Etiquetas: anarquismo, desnudez, erotismo del pie, no genitalidad
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