Filosofía de la corporeidad: el animal que calza. (3)
El pie señala nuestra gozosa animalidad, nuestro sólido aferramiento a la tierra y a la grama. Pero estaríamos dando cuenta imperfectamente de lo humano si lo pensáramos descalzo por conminación. Lo que aporta el animal humano es la artificialidad, la técnica, el artefacto. Por lo tanto el pie descalzo solo es bellamente humano cuando significa opción libre, hedónica, erótica. Caminar descalzo, tocar descalzo otras pieles, sentir el contacto con los elementos de la naturaleza. Pero la descalsez necesaria significaría detención evolutiva: ¡El hombre de las cavernas ya cubría sus pies con cueros y pieles!La sandalia femenina o masculina supone una fascinante hibridez entre la naturaleza y la cultura, entre la carne y el artilugio. Cubre y descubre al mismo tiempo. Viste y desnuda en el mismo acto. Otras consideraciones merece la sandalia femenina con tacos puesto que allí la tecnología se vuelve fundamentalmente erotismo. No se trata solamente de afianzar la humanidad calzándose, se trata de calzar según las leyes de la estética, de la hedónica, del deseo
Etiquetas: artificialidad, descalsez, erotismo, hedonismo, sandalia
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