La Perinola

Como en un juego la vida da y quita. Pero la perinola es accionada por fuerzas absolutamente humanas. Pensar la realidad cotidiana es el objeto de estos apresurados apuntes críticos.

domingo, 14 de junio de 2009

Filosofía de la corporeidad. El animal que calza (10)


La analítica corporal hace de nuestra presencia unitaria en la realidad un collage. Somos fragmentos. Frente al segmento es preciso enunciar nuestra totalidad corpórea: somos cerebro-mente, y desde ello construimos narraciones diacrónicas que nos atan a remotos orígenes conjeturados o relatamos la sucesión ética de la especie en escenarios conjeturales. Somos la piel que se araña en los arbustos de una cotidianidad que a veces nos estorba, somos los huesos y los tendones que soportan el peso de nuestro andar y nos encaminan hacia logros físicos y biológicos. Somos muchas cosas en el frágil continente de nuestra corporeidad.
La iconografía del collage nos inventa fetichismos, nos torna adictos de fracciones de nuestro ser. El acercamiento erótico del pie es presentado como fetichista. Pies aislados que parecen no tener continuidad corpórea ni pensamiento sustentador. El hedonismo que brota de la visión o el contacto de los pies no supone parafilia alguna (la analítica psicologista descompone al infinito las parafilias llegando a hablar de altocalcifilia y retifismo cuando se identifica la fuente del placer con los pies y sus calzados). Se trata simplemente de concebir al holos de nuestra presencia corporal como fuente de gratificación. Se construye la desviación cuando se piensa lo antropológico como segmentos que derivan de la división fundante entre cuerpo y alma. Y aunque el alma corresponde a otra patria trascendente, su fantasma terreno no está, seguramente, en el pie, sino en el rostro (que visto desde el dualismo continúa siendo un mero fragmento).

Etiquetas: , , ,

 

Poodwaddle.com